CAPITULO ESPECIAL: MONSOON

Este es el especial del día del amor y la amistad. Solo que para este necesito que estén escuchando la canción “Monsoon” de Tokio Hotel

Renato P.O.V.

Salí de la cafetería, en dirección hacia la oficina, en el camino iba pensando en aquella chica; sus ojos tan dulces, su boca tierna que era irresistible, Si pudiera la besaría.
Mientras su recuerdo atosigaba mi mente, subí mi mirada y ella apareció, estaba allí en ese callejón, pero no estaba sola… La estaban asfixando, no sé si querían violarla o simplemente la estaban asaltando, la furia me cegó por completo.
-¡Imbécil!-
-Hey hey hey! Tranquilo, no está pasando nada, solo llevo a mi prometida a su casa-

¿Dijo su prometida? ¿Esa chica que está inconsciente gracias a que por poco y la asfixia? En ese momento me solté lleno de furia a golpearlo, no podía dejar que eso pasara, tratar así a una mujer es como perder lo poco o mucho hombre que llegases a ser. Lo golpeé hasta que huyó, no sabía donde vivía Artemisa así que traté de llevarla a un lugar seguro.

Caminé cargándola en mi espalda, hasta que llegué a la plataforma, donde los emos se suelen juntar los sábados en las noches, la recosté en la arena mientras llamaba a Derek para avisarle lo que pasaba, pero no me contestaba.
¡Rayos! Debería llevarla a un hospital, ¡Qué imprudente soy! Pero, espera… parece que está reaccionando.

ENDS Renato P.O.V.

Artemisa despertó de su estado inconsciente abrió los ojos mientras se daba cuenta de quien estaba a su lado era nada más y nada menos que su peor pesadilla, Renato, solo que en ese momento no iba a actuar como siempre con él, todavía seguía aturdida.

-¿Qué me pasó?-
-Ya despertaste pequeña, estuviste a punto de ser devorada por los extraterrestres-
-Ya veo… [Pensando] Así que tú me salvaste de Roberto, no eres tan malo como pareces.
-Descansa un poco, a fin de cuentas estamos en la playa-
-Está fresco-
-Toma, yo estoy bien, si te da calor me la devuelves-
-No te preocupes, está fresco pero hay algo en el aire que me agrada…-
-Bueno, en ese caso, simplemente retoma fuerzas, aquí quédate, no te muevas, voy por algo con azúcar para que te recuperes un poco-
-No, de verdad ya estoy bien, de hecho tengo que llegar a casa, o si no, no podré terminar los trabajos que tengo pendientes, y luego tengo que ayudarle a Derek y de ahí…-
-Eres muy parlanchina cotorrita, cállate, relájate un poco ¿Quieres?-
-¿Qué demonios? Por lo visto eres prepotente, presumido y mandón-
-Necesitas relajarte, y casarte pronto-
-Cierra la boca-
-Hay niña… ¿Sabes? Hay algo que te puede ayudar a relajarte..
-¿Y según tú qué?-
-Ammm, deberías intentar hacer ejercicio así ya no estarías semi-gorda.-

A lo lejos ya se empiezan a escuchar los truenos, y el viento empieza a traer una pequeña brisa, con señal de que está lloviendo fuerte.

-Vámonos de aquí, va a empezar a llover-
-….-
-Anda! Vamos-
-No… [Sujetándola de la mano] mejor ven, vamos a disfrutar de la lluvia-
-Nos hará daño...-
-Te tomas un antigripal y ya-
-Espera...-
-¡Tengo tu bolsa!-
-Dámela... no quiero estar en la lluvia-
-Ven por ella-
-No… no te seguiré el juego-
-Ah ¿no? [Abre la bolsa]-
-¡Deja ahí!-
-Detenme [Se va corriendo]
-¡Rayos! Espera…

A toda esta discusión, empezó la lluvia… Renato para no pecar de imprudente cerró la bolsa y se aseguró de que nada allí dentro se mojara. Corrió por el malecón dio vueltas y vueltas hasta que Artemisa se cansó, y se sentó en una de las bancas del malecón.

-¿Tan pronto te cansaste?-

Seguía lloviendo pero esta vez ya no había viento, solo era la lluvia que cada vez se hacía más fuerte.

-Solo… devuélveme mi bolsa-
-No seas enojona juega conmigo [otra vez la toma de la mano y la jala] diviértete un poco, anda-
-Renato…-
-¡Vaya! Me has llamado por mi nombre Artemisa-
-Es la primera vez que también me llamas por mi nombre-

Bajaron a la arena, allí estuvieron caminando un poco, platicando y disfrutando la lluvia, Hubo química, la hubo totalmente, aunque al principio se hicieran tontos y discutieran entre sí, el momento era tan propicio que sus discusiones y su enemistad se fueron por completo. la lluvia no paraba, de hecho se reforzaba cada vez más y decidieron correr, pero para regresar a casa tendrían que pasar de vuelta el malecón otra vez.

-No crees que no tiene caso correr, digo, ya estamos mojados-
-Bueno, eso es cierto Art-
-¿Por qué te detienes en seco?-

En ese momento sus cuerpos se acurrucaron, lo fresco de sus pieles y el calor de sus corazones era algo inexplicable, ¿Qué estaba pasando que sus almas estaban en resonancia?
En ese momento las manos rudas de Renato tocaron las dulces mejillas de Artemisa, y tiernamente se fundieron en un beso, la lluvia les ayudó a cerrar los ojos y el agua rodeaba sus labios mientras jugueteaban con pequeñas mordidas. Se separaron un momento y Renato bajó la mirada, Artemisa estaba confundida pero segura de algo:

-Bésame-
-¿Qué?-
-¡Qué me beses Renato! Bésame como lo acabas de hacer-

Al decir esto volvieron a besarse, a fundirse en un beso que de no ser por las circunstancias, pudo haber sido simplemente un beso casual.

Caminaron tomados de la mano, Renato acompaño a Artemisa a su casa, ya que está cerca del Malecón.

-Aquí tienes una toalla-
-Gracias nena, ¿Te preparo un té?-
-Eso lo debería decir yo, tu eres mi invitado aquí en la casa-
-¿Sabes qué día es hoy?-
-No…-
-El día del Amor y la Amistad-

Artemisa ruborizada no supo qué decir, ni qué hacer, se volteó y caminó hacia su recamara

-Me voy a cambiar-
-Espera-
-¿Qué?-
-¿Te incomodé?-
-No, para nada, no es eso es que… yo…-
-Sí, lo sé, estás con Paul-
-Pero es que yo…-
-¿Le quieres?-
-No lo sé… es lo mismo que le dije a Derek, es que es lindo conmigo pero, acepté ser su novia por que al parecer es sincero, he tenido muchas decepciones y no quiero una más-
-Te entiendo, yo también he sufrido decepciones, pero el que no arriesga no consigue nada a cambio, espero no equivocarme al arriesgar-

Se abrazaron y se volvieron a besar, su beso cada vez era más apasionado, entraron a la recamara y se acostaron en la cama, Renato estaba buscando la piel de Artemisa, y llegó al botón de su pantalón.

-No Renato… No sé si estoy preparada-
-No haremos nada si tu no lo deseas, no pretendo lastimarte-
-Disculpame… de verdad-
-¿De qué hablas? No tienes por qué disculparte, yo soy el qué tiene que disculparse-
-Vamos a cambiarnos ¿no?-
-No tengo ropa-
-No te preocupes, tengo una que otra camisa de hombre, y si no te queda tomaré algo de Derek-
-¿No se molestará?-
-Dejamelo a mí-
-Quieres ver una película?-
-Si nos apuramos sí-

Y así se dio el día de hoy, un día clave entre estos dos enemigos que a fin de cuentas, son solo dos enamorados.

LU

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